Ir al cine a ver una película en 3D puede servir para chequear su salud visual y ahorrarle la visita al oftalmólogo. Si siente mareos, cansancio y no aprecia el efecto tridimensional, tiene un problema de vista.
El problema se manifiesta por ejemplo “ cuando ves más de uno ojo que con otro” o “cuando no calculas bien las distancias.”Por eso, el colegio de optometristas de Cataluña propone convertir esto: las salas de cine que proyectan sesiones en 3D en consultas médicas. Antes de la proyección, y como si se tratase de un tráiler, nos someterán a un test ocular.
Alfons Bielsa, presidente del Colegio de Optometristas de Catalunya, explica que “ serán pequeños test de menos de dos minutos” en los que cada uno podrá autodiagnosticarse “ si aprecia o no la imagen tridimensional”Y es que se calcula que un 12% de la población es incapaz de ver en relieve. Hasta ahora el problema se detectaba ante el doctor.
El 3D es una tecnología en auge: cine, televisión, videoconsolas o cámaras fotográficas la incorporan Más de 5 millones de españoles tienen dificultades para apreciar este efecto. Quizás la visita al cine sea una buena opción de revisión ocular sin moverse de la butaca.