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RESTAURACIÓN

Arte tan moderno como efímero

Muchos autores trabajan con la idea de que la obra puede desaparecer.

Un coleccionista pagó 13 millones para hacerse con un tiburón en formol de Damian Hirst. Tras varios meses, su dueño descubrió que el escualo se estaba descomponiendo, avisó al artista y la obra tuvo que pasar por el taller de reparación.

En arte contemporáneo, con el artista vivo, hay solución fácil. Propone alternativas para los elementos orgánicos que componen la obra o constata la degradación del mismo.

Salvador Dalí decidió utilizar chocolate para crear un guante, pero han pasado más de 30 años. ¿Sigue envolviendo el papel algo dulce? Lo que se hace es preservar el chocolate en una zona refrigerada y exhibir una réplica hecha en resina.

Preservar la tecnología es otro de los problemas al que se enfrenta el restaurador de arte contemporáneo. Televisores obsoletos, fluorescentes que han pasado a mejor vida. Porque todo tiene fecha de caducidad. Muchos autores trabajan con la idea de que la obra puede desaparecer.

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