El Lago Leman ya sufrió un tsunami en el año 563

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Según un artículo de la revista Nature Geoscience

Suiza podría sufrir un 'tsunami' a pesar de no tener mar

Suiza, que no tiene costa marítima, pero sí varios lagos, no puede descartar totalmente tener que volver a vivir otro tsunami como ya ocurrió en el año 563 en el Lago Leman.

Los tsunamis, son particularmente temidos en las costas marítimas. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Ginebra demuestra que las regiones sin costa marítima ni mayores riesgos de sufrir terremotos importantes, tampoco están a salvo de los efectos destructores de los tsunamis.
Así, en el año 563, una ola gigante devastó la orilla del lago Lemán, el mayor lago natural de Europa Occidental, en lo que se conoce como la catástrofe del Tauredunum.

Este tsunami inundó la orilla del lago, arrasó pueblos, habitantes y animales, destruyó el puente de Ginebra y penetró en la ciudad, dejando muertos
Dos relatos históricos describen este mortífero tsunami, causado por derrumbes en donde hoy es el cantón suizo de Valais, a más de 70 kilómetros de Ginebra.

Un equipo de la Universidad de Ginebra, especializado en limnogeología (estudio de sedimentos lacustres), llevó a cabo una investigación en lo más profundo del lago que permitió descubrir un depósito gigante de sedimentos, según los investigadores, se depositó de una sola vez.

Este tsunami inundó la orilla del lago, arrasó pueblos, habitantes y animales, destruyó el puente de Ginebra y penetró en la ciudad, dejando muertos.

Dicho depósito tiene más de 10 kilómetros de largo y cinco de ancho, un espesor promedio de cinco metros y un volumen mínimo estimado en 250 millones de metros cúbicos, o lo que es lo mismo,  el contenido de 100.000 piscinas olímpicas

La secuencia exacta de los acontecimientos que vinculan los desprendimientos del monte Tauredunum y el tsunami del lago Lemán sigue siendo incierta, pero los investigadores emiten la hipótesis de que el impacto del desprendimiento sobre sedimentos arenosos desestabilizó los terrenos de la zona de entrada del Ródano en el lago, la cual se desmoronó, provocando el tsunami en la superficie del Leman.

Simulaciones informáticas mostraron que luego de un desmoronamiento de este tipo, una ola de 13 metros llegó al cabo de 15 minutos más tarde a Lausana y una de ocho metros a Ginebra, 70 minutos después.

Hoy en día, más de un millón de personas viven a orillas del Lemán y la ciudad, según los investigadores, es sumamente vulnerable, dada su poca altura con respecto al nivel del agua y su ubicación en la extremidad del lago en forma de embudo, lo cual amplifica mucho la amplitud de las ondas.

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