A bordo de un cohete Ariane 5, este més de febrero Hispasat lanzará su décimo satélite, el Amazonas 3, después de una inversión de 200 millones de euros.
Lo más avanzado de la industria espacial española, por ejemplo los 53 transpondedores, montados en un centro de Palo Alto, en California, y que por vez primera garantizarán Internet de banda ancha hasta en lo más alto de Los Andes. También Internet más rápida en España.
El director técnico del montaje asegura no tener ningún miedo. "Funcionará todo perfectamente. Nuestras pruebas recrean a la perfección lo que ocurrirá en cuanto se ponga en órbita".
Con los paneles desplegados, el Amazonas 3 tiene 26 metros de envergadura, una altura de 8 metros y pesa 6,2 toneladas. Algunos de sus componentes han sido proporcionados por empresas españolas, como las antenas, divisores de potencia, adaptadores o trasmisores de telemetría.
Desde su posición orbital geoestacionaria, a 36.000 kilómetros encima de Brasil, el satélite prestará servicio durante 15 años a Latinoamérica -Hispasat ya obtiene de Iberoamérica casi la mitad de sus ingresos totales-, Europa y norte de África.
Rebotará las señales de televisión y telefonía fija y móvil, desplegará redes de teleenseñanza y telemedicina y ayudará a llevar internet a las zonas más aisladas.
Hispasat es el principal puente de comunicaciones entre Europa y América.
Según datos de Space Systems/Loral, la industria del satélite factura 177.000 millones de dólares en todo el mundo y creció un 5% en 2011. Al menos 50 países operan actualmente un satélite y del millar de estos artefactos de comunicaciones, el 38% está destinado a un uso comercial.
