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UNA COCHINILLA ÚNICA Y "ESPACIAL"

Un grupo de astronautas descubre un nuevo tipo de cochinilla

Un grupo de astronautas vuelve a la superficie de la Tierra con una nueva especie. Pese a lo espectacular de la afirmación no se trata de un organismo extraterrestre, sino de un tipo especial de cochinilla que los análisis moleculares han confirmado como nueva especie.

Seis miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) han descubierto un nuevo tipo de cochinilla durante uno de sus entrenamientos. Los astronautas pasaron seis días de entrenamiento en un sistema de cuevas en la isla de Cerdeña. La experiencia formaba parte de su entrenamiento. El entorno subterráneo les servía como simulación de una estancia en condiciones extremas. Cuando regresaron a la superficie lo hicieron con una cochinilla que los científicos han determinado que se trata de una nueva especie.

Durante su estancia en el interior de la cueva, los astronautas llevaron a cabo un intenso programa de investigación científica que incluía disciplinas como la meteorología, la topografía, la geología o la catalogación de vida subterránea. Los astronautas descubrieron un pequeño charco en el que habitaban unos crustáceos, en su opinión, muy interesantes. Entonces decidieron colocar una serie de cebos cerca del charco para atraer e identificar tantas formas de vida como fuese posible.

Tres o cuatro días después, los astronautas recogieron varios especímenes de las especies menos comunes y los preservaron en alcohol para su estudio en la superficie. El análisis molecular confirma que las muestras recogidas pertenecen a una nueva especie de crustáceos. Con apenas 8 milímetros de longitud, estos animales pertenecen al suborden de los isópodos terrestres, conocidos comúnmente como cochinillas.

La mayoría de los crustáceos, como los cangrejos, las gambas o las langostas, viven en el agua. Las cochinillas son el único grupo de crustáceos adaptado completamente a la vida fuera del agua.

Se piensa que los antepasados de los isópodos terrestres evolucionaron a partir de formas de vida acuáticas, adaptándose para vivir fuera del agua. Sorprendentemente, los astronautas han descubierto una especie que ha vuelto al medio acuático, completando un ciclo evolutivo.

Según los responsables de este experimento, “este descubrimiento también confirma la teoría de que la evolución no es un proceso unidireccional; las especies pueden evolucionar para volver a vivir en hábitats que habían abandonado”.

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