Concepto artístico de cómo podría ser la superficie del exoplaneta TRAPPIST-1f

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¿LLEGARÁ EL HOMBRE A VISITAR EL NUEVO SISTEMA SOLAR?

Los exoplanetas de Trappist, ¿lo suficientemente cerca como para que alguna vez llegue allí la Humanidad?

Por su relativa cercanía, puede tratarse de "uno de los sistemas solares que quizás la Humanidad llegue alguna vez a visitar". Es lo que asegura el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo.

El director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo, ha asegurado que el reciente descubrimiento de un sistema planetario en la estrella TRAPPIST-1, es "de especial interés" porque, por su relativa cercanía, puede tratarse de "uno de los sistemas solares que quizás la Humanidad llegue alguna vez a visitar". "Se desarrollarán tecnologías para que el ser humano se pueda mover mucho más rápido, no a 10 o 20 kilómetros por segundo sino a 1.000 o 2.000 kilómetros por segundo, que no es algo descabellado para la evolución tecnológica de los próximos dos siglos --ha indicado--. En el futuro quizás los plazos de tiempo se acorten".

Además, ha señalado que el hallazgo del sistema que orbita en torno a la estrella TRAPPIST-1, con varios planetas que podrían tener las condiciones adecuadas para albergar vida, indica que la frecuencia de este tipo de sistemas familiares puede ser "mucho más habitual" de lo que se creía hasta ahora. "Probablemente, lo que esto nos está diciendo es que la frecuencia de sistemas planetarios es muy alta y probablemente del 80% a 90% de las estrellas tienen sistemas planetarios que están esperando a ser descubiertos", ha asegurado en varias entrevistas.

Rebolo ha explicado que el sistema planetario descubierto, a 40 años luz de la Tierra, no es el más cercano a la Tierra con cuerpos celestes con condiciones susceptibles de albergar vida. Sin embargo, ha señalado que en el caso de TRAPPIST-1, son tres de los siete planetas descubiertos aquellos de los que se cree que son planetas rocosos que podrían contener océanos e incluso atmósfera. "Dentro de un par de años, con el futuro telescopio espacial quizás sea posible investigar también la presencia de atmósfera en algunos d estos planetas e incluso quizás encontrar huellas de oxígeno. Esto va a ser materia de investigación en los próximos años no solamente en este sistema, que es muy interesante, sino también en otros sistemas que son muy interesantes y que están muy cerca de nuestro sol", ha explicado.

De ser así, el astrofísico cree que en dichos planetas "podría haberse generado vida a nivel muy elemental". De todos modos, ha hecho hincapié en que afirmar que existe vida es "mucha especulación" y asegura que "no existe ninguna evidencia" de que haya sido así. Según ha explicado Rebolo, el sistema planetario recién descubierto ha sido localizado con un telescopio de tan solo 60 centímetros, un instrumento relativamente pequeño en comparación con el Gran Telescopio que alberga el Observatorio del Roque de los Muchachos, en Canarias, y que mide 10 metros.

El descubrimiento se ha llevado a cabo con una técnica para detectar eclipses, en los que el tránsito de planetas interrumpen la luz de estrellas desde el punto de vista de la Tierra, algo que limita el alcance de los planetas que es posible localizar mediante esta técnica y que, según ha indicado, hace pensar que existen muchos más sistemas planetarios de los que se creía. "Lo que se detecta no es la imagen del planeta sino cómo interrumpe la luz de la estrella.

A partir de la forma en la que la luz es interrumpida, podemos inferir el radio del planeta, su tamaño. Y, a partir del tiempo que tarda en cruzar por delante de la estrella, podemos deducir propiedades dinámicas, de la órbita, y cada cuanto tiempo se produce ese eclipse nos dice la distancia a la que está de esa estrella. Todo eso nos permite averiguar después más cosas, como su masa", ha especificado.

Rebolo se ha mostrado convencido de que en los próximos años, especialmente a partir de que se ponga en funcionamiento el telescopio de 40 metros que se está construyendo para ser instalado en Chile, se dispondrá de la tecnología necesaria para "obtener una imagen en la que se pueda ver la luz que reflejan esos planetas tan pequeños" y para tratar de confirmar si dichos cuerpos celestes tienen o no una atmósfera como la de la Tierra, aunque ha advertido de que "es un desafío tecnológio de primera magnitud". "Por eso, todavía no tenemos imágenes de esos planetas que mostrar de esos planetas rocosos que todavía no hemos visto pero cuya existencia esté completamente probada", ha insistido.

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