Las Perseidas de Agosto fotografiadas en 2015 en el Parque Nacional del Monte Rainier (Estados Unidos)

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RECOMIENDAN PACIENCIA PARA DIVISARLAS

El espectáculo de la lluvia de estrellas de las Perseidas llega a su apogeo

Los aficionados a este fenómeno astronómico anual tienen una cita esta próxima madrugada, la de este sábado al domingo. Las Perseidas llegarán a su máximo visible entre las 4:00 y las 5:00 horas. Y, para disfrutar de ellas, no es necesario un telescopio, solo 'escaparse a algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.

La lluvia de estrellas de las Perseidas llega a su máximo visible en Europa en la noche de este sábado 12 de agosto al domingo y podrán ser vistas durante toda la noche, aunque en una condición "mejor" entre las 4.00 y las 5.00 de la mañana, según precisa el astrónomo Renéw Duffard. Este fenómeno, que se repite todos los años entre finales de julio y finales de agosto, se produce porque la Tierra atraviesa en su trayectoria en torno al Sol, la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera. Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides, la actividad de las Perseidas aumenta.

"El cometa Swift-Tuttle completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente, y cada vez que se aproxima a nuestra estrella, se calienta y emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa", señala el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Alejandro Sánchez. La última vez que este cometa se aproximó a la Tierra fue en 1992 y la próxima vez que esto suceda será en 2126, según indica Duffard.

La mayoría de los meteoroides desprendidos del Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, y cuando se cruzan con la Tierra impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, equivalente a recorrer España de norte a sur en menos de veinte segundos. El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta 5.000 grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz.

Esta desintegración ocurre a gran altura, normalmente entre los cien y los ochenta kilómetros sobre el nivel del suelo. Las partículas más grandes (del tamaño de un guisante o mayores) pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes que reciben el nombre de bólidos.

Este año la Luna interferirá en la observación del fenómeno, y empobrecerá las condiciones de visibilidad, según señalan desde el IAA-CSIC y el CAHA, por lo que se recomienda observar la lluvia de estrellas la noche del 12 al 13 de agosto, noche en la que se espera el pico de actividad (se estima que habrá un máximo de unos 100 meteoros por hora). Además, indican que para disfrutar de las Perseidas no es necesario utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico. Solo es necesario observar el cielo desde algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.

"Paciencia" para contemplar la lluvia de Perseidas: "Esto no es Hollywood"

El astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional, Pere Planesas recomienda tener "paciencia" para observar la lluvia de Perseidas. "Esto no es Hollywood, que puede haber un meteoro cada tantos minutos, sino que hay que tener suerte", ha explicado. Planeses ha asegurado que, aunque la lluvia de estrellas "dura horas", hay que estar atentos porque existe un tramo concreto --aproximadamente de una hora-- en el que se puede observar una acumulación de meteoros.

Considera que "el mejor momento" para la observación "será la primera mitad de la noche del sábado al domingo". "Esperamos que haya bastante meteoros a la hora durante un tiempo y antes de que salga la luna", ha apostillado. Eso sí, el astrónomo ha incidido en la necesidad de observar el fenómeno "en un sitio muy oscuro, a ser posible despejado". Para ello, asegura, es preferible salir de la ciudad porque en ella se acumula mucha contaminación lumínica.

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