Vista de Marte

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PARA UNA MISIÓN TRIPULADA EN 2030

EEUU quiere crear oxígeno artificial en Marte con un experimento del robot que sustituya al Curiosity

La NASA cuenta con una hoja de ruta de tres etapas para desarrollar una misión tripulada a Marte en la década de 2030, para lo que además del desarrollo tecnológico se debe evaluar el impacto en la salud de largas estancias en el espacio, ya que los astronautas podrían pasar hasta tres años en el Planeta Rojo.

EEUU confía en que en 2020 pueda crear oxígeno artificial en Marte con un experimento del robot explorador que sustituya al Curiosity y está investigando un motor de propulsión solar para viajar por el espacio profundo.

Estos fueron dos de los aspectos sobre la futura misión de EEUU a Marte que la administradora adjunta de la NASA, Dava Newman, explicó en un encuentro con periodistas en Viena, donde asiste a una reunión de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior.

"Estamos haciendo las inversiones necesarias y estamos más cerca que nunca en la historia de la civilización humana de mandar a humanos a Marte en la década de 2030", expuso la experta. "Queremos viajar allí para saber si hubo vida en el pasado y si otros planetas pueden ser habitables", subrayó.

Newman explicó que la NASA cuenta con una hoja de ruta de tres etapas para desarrollar una misión tripulada a Marte en la década de 2030, para lo que además del desarrollo tecnológico se debe evaluar el impacto en la salud de largas estancias en el espacio.

Ya desde 2010 la NASA estudia los efectos que una estancia prolongada en el espacio puede tener en el cuerpo humano, ya que la radiación espacial puede aumentar las probabilidades de cáncer y periodos largos de ingravidez debilitan la masa ósea.

Los astronautas que viajen a Marte podrían pasar más de tres años en el espacio, según relató Newman, ya que sólo alcanzar el cuarto planeta del sistema solar, situado a unos 77 millones de kilómetros, supondría un periplo de ocho meses.

En una segunda fase, la agencia espacial de EEUU pretende desarrollar misiones en el conocido como espacio profundo -más allá de la influencia gravitatoria de la Tierra y la Luna- con la cápsula espacial Orión y el cohete pesado SLS (Space Launch System), que se están ultimando.

Así, en la próxima década la NASA espera enviar una misión tripulada a explorar un asteroide, una experiencia en la que la agencia pondrá a prueba nuevas tecnologías y capacidades indispensables para llegar a Marte.

Además se desarrollarán nuevos propulsores espaciales, como un modelo "electro-solar" que serviría en el futuro de motor para naves de carga que aprovisionen a los astronautas en Marte. "Para transportar carga uno de los candidatos es el propulsor electro-solar", sobre el que ya se está investigando, explicó Newman. Este tipo de propulsor sólo se usaría para las naves de carga ya que, aunque es muy eficiente en el uso de energía, es "más lento", según la experta.

La tercera fase supondría llegar a Marte en la década de 2030, crear en su superficie instalaciones habitables para largos periodos y procurar que, en la medida de lo posible, sus necesidades dependan lo menos posible de la Tierra.

Para ello son importantes experimentos como el que desarrollará el próximo robot explorador que sustituya al Curiosity y que incluye la creación de una pequeña cantidad de oxígeno en el año 2020 a partir de la propia atmósfera del planeta rojo.

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