Hace 1.400 millones de años, los días duraban unas 18 horas, según un estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Esto se debe a que la Luna estaba más cerca y cambió la forma en que la Tierra giraba alrededor de su eje, por lo que, a medida que pasa el tiempo, los días se han vuelto más largos.
"A medida que la Luna se aleja, la Tierra es como un patinador que gira y disminuye la velocidad a medida que estira los brazos", explica el coautor del estudio, el investigador Stephen Meyers, tal y como recoge la BBC.
El movimiento de la Tierra en el espacio está influenciado por otros cuerpos astronómicos que ejercen fuerza sobre él, como otros planetas y la Luna. Esto determina variaciones en el movimiento sobre su eje y la órbita de la Tierra alrededor del Sol.