Un exoesqueleto robótico

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proyecto europeo | de momento es un prototitpo

Crean un exoesqueleto robótico que facilitará a las personas con discapacidad el poder comer o beber

Se trata de una silla de ruedas que lleva acoplada un exoesqueleto, que es capaz de movilizar el brazo de los pacientes y ayudarles también en otras actividades diarias.

Un exoesqueleto robótico permitirá a personas con distintos grados de discapacidad desempeñar de forma autónoma tareas cotidianas como beber, comer o asearse. El prototipo ha sido posible gracias a un proyecto europeo, coordinado por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH).

Se trata de una silla de ruedas que lleva acoplada un exoesqueleto, que es capaz de movilizar el brazo de los pacientes y ayudarles también en otras actividades diarias: apagar o encender luces y la televisión, contestar una llamada telefónica o iniciarla y realizar ejercicios de rehabilitación. El proyecto consiste en "desarrollar herramientas o estrategias" de este tipo dirigidas a "personas con diferentes discapacidades, fundamentalmente motoras y que afectan al miembro superior", según ha explicado hoy a los periodistas el coordinador del grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, Eduardo Fernández.

El prototipo diseñado "es capaz de hacer que el brazo se mueva, pero también los dedos, porque es importante sujetar las cosas", y está controlado por el usuario, "quien piensa que quiere coger una cosa y se registra por electrodos de electroencefalografía su intención", ha indicado Fernández en la presentación del exoesqueleto robótico. Igualmente hace uso de la mirada. El usuario mira lo que quiere hacer y el sistema que coordina esa información la emplea para hacer actividades, ha añadido el investigador, quien ha apuntado que la persona requiere de un pequeño entrenamiento para aprender a manejarlo.

El dispositivo posibilita igualmente a las personas con discapacidad mejorar la comunicación con sus familiares y amigos, mediante la utilización de servicios estándar de Internet como correo electrónico, Skype, WhatsApp y redes sociales.

En el desarrollo del proyecto, en el que se comenzó a trabajar hace más de tres años, se ha intentado personalizar el sistema a cada tipo de usuario y problema concreto. Fernández, quien ha asegurado que ya existen contactos con empresas y entidades interesadas en su explotación, ha precisado que han realizado un prototipo que deben seguir desarrollándolo, ya que "la tecnología es muy novedosa e innovadora, pero también muy cara de momento", y se pretende "buscar la manera de que sean más asequibles", por lo que todavía no hay fecha de comercialización.

La iniciativa está coordinada por el catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH Nicolás García y financiada por el programa Horizon 2020 de la Unión Europea con 3,4 millones de euros. En el proyecto participan también nueve instituciones y empresas de Italia, Alemania, Gran Bretaña y España.

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