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CENTRO DE CONSERVACIÓN EN PALENCIA

Los bisontes regresan a España después de miles de años

El Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España, situado en la localidad palentina de San Cebrián de Mudá, recibe una manada salvaje de siete bisontes europeos procedentes de los bosques polacos de Bialowieza y Pszczyna.

La localidad situada en la Montaña Palentina, donde desde hace 8 años se trabaja en la creación de un centro nacional de conservación del bisonte europeo, acogerá por primera vez en España una manada salvaje de esta especie en serie peligro de extinción, ha anunciado el presidente de la Asociación para la Conservación del Bisonte Europeo en España (EBCC of Spain), Fernando Morán.

Precisamente ha sido esta asociación en colaboración con la Junta de Castilla y León y el ayuntamiento de San Cebrián de Mudá la que ha contratado la traída de los siete bisontes, que se liberarán mañana sábado en tierras palentinas, a 4.000 kilómetros de distancia de sus hábitat.

Según ha precisado Morán, una vez capturados en el bosque de Polonia, llegarán a San Cebrián con el objetivo de aumentar el número de individuos y evitar la extinción de uno de los animales más emblemáticos de la fauna europea, icono de nuestros antepasados.

De hecho, solo estarán a unos pocos kilómetros de las cuevas de Altamira, "donde ya nuestros antepasados los representaron en sus paredes", ha matizado Morán.

De esta forma concluyen ocho años de trabajo para el ayuntamiento de San Cebrián de Mudá, ayudado por la Consejería de Cultura de Castilla León y la Asociación para la Conservación del Bisonte Europeo en España, incluida en la iniciativa MURUNA, Mundo Rural y Naturaleza.

Desde ahora se establecerá un núcleo de cría en el norte de España para impulsar la conservación de una especie en peligro de extinción, y de paso aprovecharlo para el desarrollo turístico, cinegético, cárnico y como gran consumidor de matorral, con lo que el bisonte se convierte en un fabuloso aliado para la lucha contra incendios.

La asociación confía en que los dos machos y cinco hembras que llegan a San Cebrián sirvan para establecer una simbiosis positiva para el medio ambiente y para luchar contra "la constante pérdida de biodiversidad que sufrimos en nuestros montes".

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