Machu Picchu

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UN LARGO DEBATE ACERCA DE SU FUNCIÓN

Analizarán el ADN de más de 170 esqueletos para indagar en el misterioso origen del Machu Picchu

"Es demasiado grande para ser un asentamiento local. Y es demasiado pequeño y no tiene la estructura adecuada para haber sido un centro administrativo del Imperio de los Incas", explican los antropólogos. Prevalece la hipótesis de que se trataba de un "retiro real" pero se quiere pasar a las certezas y resolver el misterio que esconde el Machu Picchu.

Un equipo de antropólogos va a estudiar los genomas en restos óseos de más de 170 individuos enterrados en Machu Picchu, con el objetivo de esclarecer el misterio que rodea a la ciudadela inca. Al secuenciar ADN antiguo de los esqueletos, los investigadores esperan entender mejor el papel funcional de Machu Picchu y sus residentes, así como los patrones de diversidad, migración y diáspora laboral en el Imperio Inca, el más grande de América precolombina, explica Brenda Bradley, de la Universidad George Washington, que lidera el equipo.

Hay un largo debate acerca de la función de Machu Picchu por ser un sitio único. "Es demasiado grande para ser un asentamiento local. Y es demasiado pequeño y no tiene la estructura adecuada para haber sido un centro administrativo del Imperio de los Incas", argumenta Bradley. A pesar de su distinción como uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos e importantes del mundo, los orígenes de Machu Picchu siguen siendo un misterio. El Inca no dejó constancia de por qué se construyó el sitio o la forma en que lo utilizó antes de que fuera abandonado en el siglo XVI.

La hipótesis que prevalece entre los investigadores es que Machu Picchu era un llamado "retiro real", donde el emperador inca Pachacuti habría visitado y mantenido reuniones diplomáticas, cree Bradley. La arqueología indica que las personas que vivían allí eran especialistas en artesanías probablemente traídos de lugares en todo el imperio a trabajar en el lugar.

"Probablemente eran gente muy cualificada que vinieron de lejos para desempeñar funciones muy específicas. Eso es lo que podemos predecir" dijo. "Ahora podemos mirar el ADN para ver si eso es verdad", añadió.

El análisis genético pondrá a prueba esta hipótesis, mostrando las relaciones entre los pueblos antiguos, si son de la misma línea y lugares ancestrales, dijo el experto Fehren-Schmitz, que ha analizado los genomas de muchas poblaciones diferentes en toda América del Sur. Esta información también ayudará a poner a Machu Picchu en el contexto del Imperio de los Incas.

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