¿Quién es Federico Moccia?

Quién soy... pregunta difícil. Muy buena pregunta. El carnet de identidad no es suficiente. Más de una vez he intentado «contarme» al público y creo que la mejor síntesis no es mi biografía, los datos concretos, lo que he hecho o he dejado de hacer. Son simplemente las palabras que amo, las historias que cuento, los amigos más queridos que me acompañan en esta vida. Está en los cuadros que pinto, en la pluma que uso cuando escribo, en un pequeño regalo que elijo para dar una sorpresa.

Soy un padre, un compañero, un amigo (eso espero). Estoy en las páginas de los escritores que me gustan, en los fotogramas de una película que me conmueve. Me pierdo en los ojos de mis seres queridos y estoy en los de quien me hace sonreír y sabe reírse de sí mismo. Las cosas que amo son: la amistad y la lealtad, la soledad y la compañía de los amigos, el silencio y el estallido inesperado de una carcajada. Ir en moto a toda velocidad cuando la visera del casco está abierta y entra el aire. Nadar en el mar.

Soy curioso «como una mujer», dicen a veces mis amigos. Y yo me echo a reír. Pero creo que la curiosidad es algo bueno, y que, en cualquier caso, no es propia de una sola categoría. Amo el adulto que soy hoy porque es el fruto del muchacho que fui ayer, que ha experimentado el dolor, la alegría, la soledad, la desilusión, las ganas de reaccionar, la esperanza. Nadie te escucha si no eres creíble. ¡Y eres creíble cuando no temes decir quién eres!