Ivan Fandiño en la Feria de Abril

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SEVILLA | SÉPTIMA DE LA FERIA DE ABRIL

La terna se estrella ante una afligida corrida de El Ventorrillo

Diego Urdiales, Iván Fandiño y Jiménez Fortes se estrellan con cinco marmolillos -el sexto fue un sobrero de Montealto- sin raza ni fuerza, bien presentados de El Ventorrillo.

La séptima de feria fue un chasco, lo contrario de la anterior de Fuente Ymbro. Si entonces salieron media docena de toros con posibilidades, varios de ellos de lío, en la séptima del ciclo hispalense saltó al ruedo una imposible por floja, desrazada e insípida corrida de El Ventorrillo. La terna, muy por encima, no pudo hacer nada con ella.

Abría cartel Diego Urdiales, que anduvo serio y porfión, y enseguida se puso por encima de un toro protestón, mirón, bruto en las embestidas y que jamás se entregó. El cuarto, inválido, fue sustituido por un sobrero del mismo hierro y parecido corte, que sólo se movió al principio de la faena, y al que exprimió lo poco que tenía dentro. Bruto también este sobrero, a punto estuvo de levantar las zapatillas a Urdiales. El matador se dobló con él, y lo mató dignamente.

Iván Fandiño corrió parecida suerte con su lote. Un primer toro que se afligió enseguida, al contrario que el torero de Orduña, que se lució con el capote. Fandiño buscó la emoción y se fajó con su enemigo, pero tuvo que rendirse a la evidente falta de raza, casta, fuerza y lo que hoy llaman clase. El quinto de la tarde, un inválido de libro, impidió también a Fandiño cualquier rastro de lucimiento, y eso que lo probó todo, e incluso le robó un par de naturales notables. Certero espadazo e inoportuno aviso con el toro echado ya. Cariñosa ovación del publico maestrante al torero vasco.

Jiménez Fortes, pese a su bisoñez, demostró cabeza fría, y un valor seco, auténtico ante un tercero manso reservón, que no dijo nada. Firme y templado, fue acortando distancias y sometió al de El Ventorrillo con sorprendente mando. Pinchazo y casi media. El que cerraba plaza fue devuelto tras caerse varias veces, y en su lugar salió un sobrero de Montealto. Un puntito más de movilidad tuvo este sexto bis, lo que aprovechó al máximo el malagueño, que esta vez si mató. El público agradeció su esfuerzo y su valor con una calurosa ovación.

FICHA DEL FESTEJO
Se lidiaron cinco toros de El Ventorillo, el cuarto como sobrero, aceptablemente presentados. Primero y cuarto compartieron brusquedades y movilidad. El segundo fue corto de viajes y aplomado; noble pero muy flojo el quinto. El sexto fue un sobrero de Montealto que acabó rompiendo algo descompuesto en la muleta.

Diego Urdiales: silencio y silencio tras aviso.
Iván Fandiño: silencio. y ovación tras aviso.
Jiménez Fortes: silencio tras aviso y ovación.Menos de media entrada.

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