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SANFERMINES 2018

Una exposición recoge la evolución de las fiestas de San Fermín en los últimos 50 años

La muestra recoge imágenes de los 50 años que el fotógrafo estadounidense Jim Hollander lleva haciendo en las fiestas de San Fermín. Son un total de 15 fotografías de gran tamaño que transmiten la intensidad de los encierros.

El fotógrafo estadounidense Jim Hollander expone su obra estos días en el Palacio del Condestable, en Pamplona.

La muestra recoge imágenes de los 50 años que lleva fotografiando las fiestas de San Fermín. Un total de 15 fotografías de gran tamaño que transmiten la intensidad de los encierros.

Jim Hollander llegó a San Fermín por primera vez en 1963 y, a punto de cumplir 14 años, cuenta que la fiesta le cautivó de inmediato. La exposición permanecerá abierta hasta el 26 de agosto.

Un intenso recorrido por medido siglo de los Sanfermines en imágenes, una exposición que permite acercarse a las fiestas pamplonicas a través de las imágenes captadas en los 50 años que Jim Hollander lleva fotografiando en los Sanfermines.

La muestra recoge 15 fotografías de gran tamaño y una presentación multimedia integrada por otras 100 imágenes seleccionadas de entre sus instantaneas sacadas durante los últimos 50 años.

En definitiva, una apasionada documentación de la ciudad y de las fiestas de San Fermín, un completo trabajo de fotoperiodismo que recoge la evolución de la ciudad en estas cinco décadas.

Jim Hollander, un enamorado de San Fermín

Jim Hollander se unió a la agencia de noticias Reuters en 1985, al principio como jefe de operaciones del servicio fotográfico, y luego como jefe de fotografía de Israel y Palestina. Se unió a EPA (European Pressphoto Agency) en 2003 donde sigue trabajando. Ha ganado dos premios de San Fermín International Press Prize.

Hollander llegó a San Fermín por primera vez en 1963 y cuenta que la fiesta le cautivó de inmediato: “Me sobrecogió, sobre todo, la pasión de los pamplonicas por expresar tanta vitalidad. Desde la generosidad y las pasiones de la gente, pasando por los gigantes y los toros, y hasta los olores del ajo chispeante y las alegrías de bailar entre la gente”.

Sabe lo que son los encierros desde dentro. Él mismo corrió unos 90 encierros hasta el 8 de julio de 1977, cuando se vio envuelto en un montón con los Miura en el que murió un joven y otros 40 corredores fueron trasladados al hospital. A la mañana siguiente, se dirigió cojeando a las vallas de Telefónica y allí comenzaron sus fotos del encierro. Incluso a principios de los 80 trajo su propio cuarto oscuro a Pamplona y a pesar de que las líneas telefónicas no eran buenas, logró enviar fotos del encierro a su agencia que las entregó a los principales periódicos del mundo.

"Me cautivó el espectáculo de toros corriendo por las calles adoquinadas y las alegrías de la fiesta, y quería que el mundo pudiera descubrir esas experiencias, en dos dimensiones, a través de mis fotografías", ha afirmado el fotógrafo en la presentación de la retrospectiva.

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